sábado, 8 de marzo de 2008

Reflexión, versión de un poema y tarta de Zug



Hoy supongo todos hemos tenido un momento para la reflexión, pero no para la que todos pensáis, sino para la del corazón, para reflexionar sobre cómo hacer felices a los demás, a los que tenemos cerca y tocamos y a los que tenemos lejos y no conocemos, pero sabemos que están ahí. Seguro que todos hacermos cosas que pueden alegrar aunque sólo sea un minuto la vida de otro, una simple receta puede alegrar un poco el día.



Versionando un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, en el que dedica sus rimas a Elisa, doy por terminado el día en este mi dulce blog junto a una receta realmente deliciosa.


Para haceros gozar con alegría
para que no sufráis ningún dolor
para que sintáis palpitar la vida
hago mis postres yo

Para poder poner ante vosotros
la ofrenda de mi vida y de mi amor
con alma, cariño, risas, azúcar,
hago mis postres yo


TARTA DE ZUG
Ingredientes para 6-8 personas:
Para el bizcocho
5 huevos
100 gr. de harina floja
180 gr. de azúcar
110 gr. de fécula de maíz
50 gr. de mantequilla
5 gr de impulsor o levadura química o polvos de hornear (Royal)

una pizca de sal

Para el ponche de kirsch
1 dl. de kirsch
1 dl. de agua
100 gr. de azúcar
Para la crema de mantequilla
300 gr. de mantequilla
1 dl. y ½ de agua
300 gr. de azúcar + 1 cucharada de glucosa o unas gotas de limón o vinagre
1/2 dl. de kirsch

Preparación: Batir en batidora de varillas los huevos con el azúcar, hasta que blanqueen. Mezclar la harina con la fécula de maíz , el pellizco de sal y el impulsor. Cuando los huevos estén listos, retirar de la batidora y a mano y muy cuidadosamente agregar la mezcla de harina. Fundir la mantequilla, dejar que se temple y agregarla a hilo fino, sin dejar de remover, con cuidado a la preparación anterior. Engrasar y enharinar un molde, si no es de silicona y poner en él la crema obtenida. Cocer en el horno a 190ºC, hasta que al pinchar con una aguja, ésta salga limpia. Desmoldar y dejar enfriar completamente. Mientras tanto hacer la crema de mantequilla. Hacer un almíbar a punto de hebra floja con el azúcar, el agua y la glucosa o las gotas de limón o vinagre. Empomar la mantequilla y poner en la batidora. Añadir poco a poco el almíbar una vez que esté hecho y templado y por último agregar el licor. Dejar que se monte bien y luego reposar un poco para que se extienda con facilidad.
Una vez que tenemos frío el bizcocho colocar una base, pincelar con el ponche de kirsch que se hace calentando el agua, el kirsch y el azúcar para que se diluya bien, seguidamente poner una fina capa de crema de mantequilla, luego una capa de bizcocho nuevamente pincelada y luego otra de crema de mantequilla. Finalizar con una de bizcocho y cubrir toda la superficie y los lados de la tarta con crema de mantequilla, procurando hacerlo de una forma limpia y uniforme. Adornar los lados con almendra laminada y la superficie con cerezas confitadas o en compota y un poco de pistacho picado o bien de crocanti. Depende de lo que tengamos.


Esta tarta puede llevar también la primera base de bizcocho japonés, pero de esta forma se simplifica un poco. Es propia y típica de la ciudad suiza del mismo nombre y es muy exquisita. No es una tarta de postre, sino para tomar con una buena compañía a media tarde.

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