domingo, 3 de febrero de 2019

RELIQUIAS DE SANTA ÁGUEDA


Hoy os traigo por aquí un dulce creado con motivo de la celebración del día de Santa Águeda, el 5 de febrero.  Un postres que se consume únicamente este día y que se ha ido  popularizando a través de los años.  Por ejemplo en Zaragoza es muy popular y se elaboran  con diferentes rellenos y tamaños.  Espero que os guste.










RELIQUIAS DE SANTA ÁGUEDA
Ingredientes  basados en 500 gr. de harina
Para la masa
250 gr. de harina floja                               
250 gr. de harina fuerte
150 gr. de leche
2 huevos
125 gr. de azúcar
60 gr. de margarina o mantequilla
25 gr. de levadura  fresca de panadería
Corteza de naranja, de limón o aroma de vainilla
5 gr. de sal y huevo batido para pincelar al final
Para el relleno y la guarnición o acabado final
Crema pastelera aligerada y puesta en manga
Nata montada azucarada y/o trufa
Chocolate negro fundido, fideos de chocolate, guindas, brillo…

Preparación: En un bol, si la vamos a hacer a mano, poner las dos clases de harina, la leche, los huevos, el azúcar, el aroma o corteza y la levadura.  Amasar hasta obtener una masa lisa y homogénea, entonces añadir la sal y la mantequilla y volver a amasar.  Una vez amasada de nuevo, tapar y dejar fermentar en bloque a temperatura ambiente o en la nevera hasta el día siguiente.  Pasado el tiempo, pesar las piezas al peso deseado, dependiendo si  queremos hacer las piezas individuales o  para más personas.  Lo más común es que sean para 3-4 personas de unos 250 gr. de masa o individuales.  Estas son individuales de  75 gr. Una vez pesadas las piezas,  bolear.  Reposar las bolas tapadas durante 10 minutos y dar mejor forma si hace falta.  Entonces colocar en bandeja de horno y pincelar con huevo batido.    Colocar en bandeja de horno forrada con papel y pincelar con huevo.  Dejar fermentar hasta que doblen su volumen.  Este será el momento de poner decoración con crema pastelera, por ejemplo y cocer en el horno a 190-200º  C durante 10-15 minutos, eso depende de los hornos.  Retirar del horno y dejar enfriar totalmente sobre rejilla.  Una vez frías, abrir con cuchillo de sierra por la mitad y rellenar con nata o trufa (generalmente, si se hacen pequeñas se rellenan una de cada manera para servir dos en el plato; sin son grandes se coloca una capa de trufa y sobre ella otra de nata). Para la decoración final, hay muchas formas por ejemplo: pintar con brillo y poner todo alrededor en la parte con fideos de chocolate. Otra forma es pintar la parte inferior con chocolate negro fundido, o bien dejarla desnuda, que si está bien montada,  también queda perfecta

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