El viernes próximo se celebra San Antonio, un santo muy popular y , al que seguro, todos hemos acudido alguna vez. Donde y yo vivo es costumbre hacer unas rosquillas llamadas de San Antonio muy ligeras pues están elaboradas con pasta choux. Sencillas pero muy ricas. Espero que os gusten
ROSQUILLAS DE SAN ANTONIO
Ingredientes para unas 10 piezas
Para la masa
125 gr de agua
75 gr. de harina floja
40 gr. de aceite de girasol
2 gr. de impulsor, levadura química o polvos de hornear
2 huevos
30 gr. de azúcar
un pellizco de sal
Para finalizar las rosquillas
100 gr. de miel
50 gr. de agua
azúcar granillo
Preparación: Calentar el agua, la sal, el aceite de girasol y el azúcar. Cuando rompa el hervor añadir de golpe la harina, a la que le habremos agregado el impulsor; mantener a fuego muy suave y trabajar unos minutos hasta que la mezcla esté fina y se desprenda de las paredes del cazo. En este punto retirar del fuego, dejar enfriar unos momentos para evitar que los huevos se nos puedan cuajar al agregarlos. Una vez ha perdido el excesivo calor, agregar los huevos de uno en uno, de manera que hasta que no esté bien incorporado uno no se agrega el siguiente. Dejar reposar la masa 10 minutos y seguidamente, llenar con la masa una manga pastelera con boquilla rizada gruesa y escudillar las rosquillas en una bandeja de horno. Cocer en el horno a 180º-190º C, hasta que estén doradas e infladas, tardan al menos unos 20-25 minutos. Es preciso dejarlas, una vez cocidas, unos 10-15 minutos con la puerta del horno abierta. Así se secan y no se bajan. Mientras reposan un ratito las rosquillas calentar la miel con el agua y pincelar suavemente las rosquillas, pasarlas luego por azúcar granillo y listas para comer. Al pincelar un poco con este "almíbar de miel", el azúcar se fija mejor y se mantienen más tiempo tiernas
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